Las 13 prácticas sexuales arriesgadas y peligrosas

Por: Equipo Sexshop Boudoir de: Sexualidad de: Comentario: 0 visto: 1390

El término sexo seguro nunca ha sido más relevante, pues cada vez más son las personas que se registran en los hospitales después de realizar prácticas sexuales peligrosas.

Muchos ni siquiera son conscientes de los peligros que corren al realizar o seguir modas sexuales riesgosas para la salud.

A continuación, te hablaremos de algunas prácticas sexuales que sin duda no debes hacer.

¿Cuándo es saludable?

La sexualidad humana es un tema que abarca una serie de estudios basados en gustos, comportamientos y prácticas tanto saludables como no. 

Dentro de este estudio, se toman en cuenta dos aspectos importantes para establecer si una práctica sexual es saludable o no: la salud tanto psicológica como la afectivo sexual del individuo. Para comprender mejor este concepto, tomemos el siguiente ejemplo: En el momento en que una persona realiza una práctica sexual riesgosa que sea nociva para su salud la razón de su decisión o comportamiento sexual se debe simplemente a la adrenalina, que despierta nuevas emociones en él.

Como se mencionó con anterioridad, la salud afectiva sexual y psicológica juegan un papel muy importante en los deseos sexuales del individuo. 

Sabemos que la mejora manera de disfrutar de un encuentro sexual sano es al hacerlo con libertad y confianza. Sin embargo, muchos confunden estos términos, llevando el acto sexual a un nuevo nivel, más peligroso y dañino para la salud.

Por ello, hemos preparado una lista con 13 prácticas sexuales altamente riesgosas para la salud psicológica y física del individuo.



El Rosebud

Es uno de los actos sexuales más riesgosos y desagradables para muchos individuos, pues se trata de provocarse un prolapso anal con fines de placer.

El rosebud se traduce como “capullo de rosa” y forma parte de una categoría pornográfica. 

Un prolapso anal es la salida del recto por medio del ano, considerada una patología médica que suele ser causada por el debilitamiento del año, el cual se puede deber a numerosos factores, como el estreñimiento o debilitamiento del suelo pélvico.

Un prolapso suele ocurrir de manera natural, causando mucho dolor. Sin embargo, en la industria de la pornografía principalmente se provocan estos prolapsos para incitar el juego sexual.

Es tan riesgoso que quienes se provocan esta patología se exponen a tener que someterse a cirugías para reparar la zona del ano.



El Fisting

Es una práctica sexual basada en introducir todo el puño en la zona del ano también puede ser en la vagina

Este tipo de prácticas es muy conocida en el ámbito homosexual y principalmente en fiestas exageradas donde el fetichismo predomina. De hecho, puede ser una práctica muy común en la vida sexual de aquellos que son muy pasivos y disfrutan del juego de la dominación.

Sin embargo, en la práctica heterosexual también tiene lugar. A pesar de que es menos frecuente, se visualiza principalmente en ambientes de alto poder sexual y cerrados, mientras que en los encuentros BDSM se considera una práctica dirigida más a hombres que mujeres.

Tal vez te parezca una práctica sexual más, pero tiene consecuencias muy peligrosas, entre entre ellas:

  • Para dilatar y relajar la zona del ano, se debe consumir una droga conocida como popper. Esta droga es tan peligrosa que puede producir un paro cardiaco o bajar las defensas. 
  • Produce efectos secundarios a largo plazo como problemas en el intestino, incontingencias, problemas en la próstata
  • Puede dañar los esfínteres

Hematolagnia

La terminología “hemo” se refiere a sangre, por lo que la hematolagnia tiene que ver con las prácticas sexuales donde realizar pequeñas heridas o cortes en el cuerpo sean propias  o en la pareja e es la principal causa de placer o excite.

Por lo general, ocasionar lesiones aunque no sean profundas no está relacionado con un correcto y sano encuentro sexual. Además, existen casos en que algunos virus se transmiten por dichas heridas. Por ejemplo, el sida se puede transmitir con mayor facilidad por la cavidad anal porque la penetración en esta zona suele causar pequeñas fisuras, las cuales se convierten en la entrada del virus por medio de la sangre.



Bondage

Todos conocemos esta práctica típica del mundo del sexo extremo, aquel donde el dolor físico es el elemento clave para la excitación. También conocida como  BDSM.

El bondage se basa en atar a la pareja sexual con el fin de inmovilizar la y de esta manera cumplir el rol de dominante, cosa que causa placer para ambas partes.

Es una práctica y fantasía sexual muy común, que no suele ser peligrosa. Sin embargo una mala ejecución al aplicar las ataduras, podría causar un ahogamiento involuntario o lesiones en las extremidades y piel.



“El muelle”

Es una de las prácticas sexuales más riesgosas y populares de los últimos tiempos, principalmente entre adolescentes. 

Se basa en que un grupo de individuos masculinos se sientan con el pene erecto formando un círculo, con el fin de que una o varias mujeres pasen sobre ellos para practicar la penetración. El juego consiste en que el primero que eyacule, pierde

Ha sido señalada como una práctica sumamente riesgosa, de tal magnitud que la revista Ser Padres indicó que además de ser perjudicial para la salud por el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual puede afectar el desarrollo afectivo sexual de los jóvenes que la practican.



Asfixia erótica

La asfixia erótica, es una práctica común en el mundo del BDSM que se puede tornar peligrosa para la salud si no se realiza correctamente.

Se puede realizar a solas o en compañía, pero puede causar muchos problemas si se llega a salir de control al ejercer fuerza de más. De hecho, se cataloga como una práctica riesgosa para la salud principalmente en el momento en que impide el flujo del aire justo en el momento del clímax.

Recuerda que el sexo permite cumplir numerosas fantasías sexuales donde el peligro puede ser la llama de la pasión. No tiene porqué estar mal, siempre y cuando se practiquen bajo consentimiento y sentido común.



Chemsex

Un término que se ha vuelto muy popular, pues define al sexo realizado en ambientes donde las drogas y el alcohol son habituales. Esto con el fin de disfrutar aún más de un encuentro sexual, pues intensifica aún más los sentidos.

La terminología “Chem” hace referencia a químicos y “Sex” a sexo, por lo que se conocen como fiestas con químicos.

La principal preocupación que se debe tener en cuenta en este tipo de fiestas es el intercambio de parejas sexuales y el sexo sin protección, lo que podría generar numerosas infecciones y enfermedades de transmisión sexual



Coprofilia

Es un tipo de práctica que forma parte de las parafilias sexuales conductas donde se tiene deseo sexual por algo fuera de lo común. Habitualmente, las parafilias no suelen ser riesgosas para la salud, pero en el caso de la coprofilia es completamente diferente. Se trata de un acto muy riesgosos para salud.

Consiste en hacer de las heces un objeto de deseo dentro del juego sexual. Recordemos que las heces son desechos de nuestro cuerpo, por lo que suelen estar plagadas de bacterias. Por ello, pueden causar numerosas infecciones de sumo peligro para la salud.

De hecho, en algunos casos puede hasta implicar la ingestión de las heces coprofagia por lo que se trata de una práctica sumamente peligrosa y desagradable.

Dependiendo de la manera en que se manipulen las heces, el individuo estará expuesto a numerosas infecciones.



Stealthing

Al igual que otras prácticas sexuales, el centro de atención del stealthing es la adrenalina, es decir, la emoción de realizar una práctica peligrosa.

El stealthing se basa en retirar, sin consentimiento y abruptamente el condón del pene en medio del acto sexual. Se trata de una práctica sexual muy grave y deshonesta, pues el fin del sexo es practicarlo y disfrutarlo con el consentimiento de ambos.

Es por ello que es considerado por muchos como un abuso sexual, pues atenta contra la libertad y derechos de la otra persona.



Electrofilia

Se trata también de una parafilia, donde las descargas eléctricas brindan excitación sexual. Al igual que otras prácticas, la electrofilia puede ser muy dañina para la salud, pues las descargas eléctricas podrían salir fuera de control. Por ejemplo, puede producir gran dolor, paros respiratorio e incluso la muerte si la intensidad de las descargas se vuelve muy alta.

Además, en el caso de ambientes húmedos o donde haya contacto con agua, se podría tornar el doble de peligrosa. Recordemos que el agua es un elemento conductor de electricidad.



Zoofilia

Se trata de otra parafilia sexual en la que el deseo sexual es causado por un animal. Es un acto muy peligroso, pues los animales son portadores de virus y bacterias no comunes en humanos, por lo que pueden contagiar de enfermedades o infecciones no deseadas.

Interrumpir en la naturaleza sexual de un animal no es correcto, ya que pueden responder de una manera radical a este tipo de interacción y como resultado, podrían atacar. 

Algo es claro, los animales no deben ser usados con fines sexuales por parte de los humanos.



 El Bugchasing

Para explicarlo de una manera simple y no científica, coloquialmente se trata de ir “de caza por el bicho”. También se conoce como serosorting o bareback 

En otras palabras, es una práctica realizada con el fin de infectarse con el virus del sida, el VIH.  

Carlos Horrillo sexolo explica que aquellas personas que practican el bugchasing tienen una falsa alusión al peligro que genera el sida. Además, señala que se trata de una práctica sexual apasionada, donde aumentar la intensidad de las emociones es la base.

Quienes realizan esta práctica, se caracterizan por habituar en fiestas donde las drogas, el sexo sin protección y el alcohol predominan. 



Slamsex

Es muy similar al chemsex, pero aquí el consumo de drogas compartidas por medio de jeringas u otros instrumentos es el protagonista.

Además de compartir las consecuencias de contraer enfermedades de transmisión sexual, se le suma el riesgo de contraer otro tipo de enfermedades por compartir jeringa, como la hepatitis B.

De por sí, el consumo de sustancias psicoactivas está de más.

Lo ideal es evitar todas estas clases de prácticas que destruyen la salud tanto psicológica como sexual del individuo.

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