Bondage, el lado oscuro del placer
No sólo la lencería sexy o el striptease es lo que saca la vida sexual de la rutina.
Lo cierto es que existen diversas prácticas que te ayudan a descubrir nuevas sensaciones, diferentes fuentes de placer o formas más interesantes de excitarse.
Una de ellas es el bondag, una practica sexual aclamada por muchos y considerada un tabú por otros.
Si te interesa conocer esta práctica, este es el artículo ideal para ti.
¿Qué es el bondage?
El Bondage es una palabra francesa que significa esclavitud y que en el ámbito sexual, se designa como una práctica donde el objetivo es inmovilizar a la pareja -puede ser a través de cuerdas, cadenas, esposas u otros elementos-. para reducir su movilidad.
En el bondage, el placer está relacionado con la inmovilización y este varía, ya sea por inmovilizar o ser inmovilizado.
La letra B del bodange, forma parte de las siglas del BDSM y, como toda práctica, requiere del respeto y el consentimiento de quienes participan en ella.
¿En qué se diferencia del sadomasoquismo?
Se trata de dos prácticas completamente disociadas, siendo relacionadas por muchos, lo cual es un error.
Para aclarar, el punto de placer en el sadomasoquismo es el dolor y humillación, mientras que en el bondage es la inmovilización
Además, el bondage no implica tortura. Sin embargo puede llegar a ser doloroso si se hace de manera impropia o si el participante así lo desea.
Límites
En el bondage existen una serie de límites que se deben de conocer antes de iniciar esta práctica. Entre ellas:
1- Consentimiento de ambas partes
Si deseas formar parte del mundo del bondage con tu pareja porque es de tu interés, está bien. Lo que nunca debes hacer es formar parte de ello -o cualquier otra actividad- solo para complacer a tu pareja.
2- La comunicación es la clave
Hablar abiertamente sobre tus deseos y preocupaciones con tu pareja a la hora de iniciar esta práctica es sumamente importante.
De esta manera, ambos conocerán sus miedos, deseos e imprevistos.
3- Infórmate
Si posees dudas sobre el tema, acude a un sexólogo o especialista en el área que pueda atender todas tus interrogantes respecto al bondange.
Además, ten en cuenta que el conocimiento sobre tu propio cuerpo, sobre la práctica, el medio ambiente y la persona con la que compartirás esta relación es sumamente importante.
4- Solo en pareja
El bondage tiende a ser una práctica ligeramente delicada, por lo que es mejor -y recomendable- no realizarla con desconocidos.
5- Accesorios
Esta práctica es mejor con el uso de accesorios. Existen múltiples accesorios como esposas, el kit de bondage, ataduras y mucho más.
Aquí el consejo es elegir accesorios que ofrezcan seguridad y comodidad. Además de buscar los productos en sexshops fiables.
Las esposas, por ejemplo, deben tener un cierre de seguridad para que tu pareja no se atasque. En el caso de las ataduras, es recomendable usar aquellas de algodón.
6- Palabra de seguridad
Se refiere a una palabra o clave elegida por la pareja para garantizar la seguridad del acto. Esta palabra la pronuncia quien está atado cuando desea interrumpir la práctica, por lo tanto, la palabra de seguridad debe ser respetada por encima de todo.
¿Pero qué palabra debería usar? El consejo es utilizar palabras que sean fáciles de entender y que no puedan utilizarse en otro contexto o generar algunas distorsiones.
Por ejemplo, si tu eres la inmovilizada y tu pareja de aprieta dos veces con la yema de sus dedos, es para preguntarte si te está gustando. Si respondes del mismo modo, es porque no te gusta y quieres que se detenga. Si aprietas una vez, le indicas que si te gusta, pero que debes ir más despacio. Por último, si aprietas tres veces es para indicar que te encanta y no quieres que se detenga
7- Estén atentos
La persona que está atando debe prestar toda su atención a las reacciones de la que está siendo atada. Es primordial identificar qué sensaciones están pasando por su cuerpo; por ejemplo, si siente dolor, si está cansado o si siente placer.
8- No exageres
No intentes imitar acrobacias que hayas leído en algún libro o visto en una película, lo recomendable es realizar la práctica de manera segura.
Recuerda que existen posiciones específicas que requiere de un mayor nivel de experiencia y preparación tanto corporal como mental.
9- Posiciones
Lo mejor que puedes hacer durante una sesión de bondage es cambiar de posiciones cada cierto tiempo.
No es aconsejable mantener la misma posición todo el tiempo, pues el cuerpo al estar inmóvil se cansa.
10- El Cuello
Nunca debes atar el cuello de tu pareja, pues sería extremadamente para su salud. Por ejemplo, podría ocurrir algún accidente y en el peor de los casos, morir por asfixia.
11- Nunca la dejes sola.
No es recomendable dejar a tu pareja sola al tenerla atada, pues podría ocurrir un accidente.
¿El bondage es una práctica saludable?
A final de cuentas, muchas personas se preguntan si el bondage es una práctica sexual saludable o no. Esto debido al hecho de atar a la persona, usar palabras de seguridad, entre otros.
Sin embargo, es necesario aclarar ciertos puntos:
1- Consentimiento
Como todo encuentro sexual, necesita de un consentimiento. Precisamente, para practicar el bondage es necesario que ambas parejas saludables físicas y mentalmente acepten, por lo que podemos decir que sí lo es
Muchas personas pueden tachar esta práctica como un encuentro demandante, obligatorio. Sin embargo, este tipo de encuentro sexual cuenta con un manual ético de consentimiento interesante y estricto. Algo que muy pocos están acostumbrados a ver.
Por lo tanto, como otras alternativas a una rutina sexual, el bondage también puede formar parte del repertorio sexual de toda pareja.
2- Sensato, seguro y consensuado
Toda práctica que forme parte del mundo del BDSM pueden ser saludables si cumplen con las siglas SSC -Sensato, Seguro y Consensuado-, creada especialmente para aquellas personas menores de edad que experimentan sus límites sexuales con otras alternativas, como el bondage.
3- ¿Cuándo no es saludable?
Cualquier actividad sexual sea tradicional o alternativa no es saludable cuando no se realiza con el consentimiento de ambas partes. Es decir, cuando ocurre de manera obligatoria -sea a través de la violencia o abuso- o algún tipo de malestar o rechazo en la pareja.
¿Estás preparado para iniciar la búsqueda del placer que ofrece el bondage?
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