La masturbación en pareja un ritual de deseo, placer y pasión
En esta entrada del blog, hoy os quiero hablar sobre una de las alternativas más fáciles, económicas, naturales y placenteras a la hora de buscar experiencias sexuales que nos hagan pasar de nivel. Os hablo de la masturbación en pareja. Estamos acostumbrados a pensar en la masturbación como un acto íntimo, pero cuando se practica en pareja entran en juego una serie de ingredientes que van a permitir mejorar nuestras relaciones y ofrecernos un momento inolvidable, lleno de sensaciones únicas.
Los ingredientes de los que os hablo puede que para algunos formen parte de su cotidianidad pero para otros pueden ser una nueva fuente de inspiración. En cualquier caso, son parte de la sexualidad del ser humano. Estos ingredientes son: la creatividad, el erotismo, el deseo, la lujuria, la pasión, libre de inhibiciones, el placer, el morbo, el éxtasis y el clímax. Todas y cada una de ellas entran en este exquisito ritual. Por ello, pasaré a detallaros cada una:
La Creatividad
Este factor, tiene especial importancia en el acto mismo de la masturbación en pareja, ya que de nosotros depende que tenga éxito o no. Así que a prepararse! Busca un atuendo adecuado para seducir a tu pareja en los preliminares (puedes usar desde un disfraz para convertirte en su fantasía como aquel conjunto que le hará disparar las pulsaciones), enciende velas, aromatiza la habitación, coloca una música que invite a la pasión, ten a mano juguetes sexuales, lubricantes eróticos, frutas exóticas, aquellos detalles que permitan crear un ambiente perfecto y estar preparados para entregaros al placer.
Erotismo
Con erotismo nos referimos a la actitud que despertará tanto en nosotros como en nuestra pareja aquellas emociones que favorecerán el deseo y la excitación sexual. Otro aspecto importante dentro de la masturbación en pareja, el cual prepara a los dos para la masturbación y se ve reflejado en los gestos, las palabras, los movimientos del cuerpo y hasta en la vestimenta, por lo que se relaciona mucho con la creatividad.
El Deseo
Sentimiento que no se puede quedar fuera de la ecuación, que nos hace sentir ese frío por dentro, hace agua nuestra boca, humedece la vagina y nos hace temblar al imaginarnos junto al ser amado, desnudos, tocándonos y experimentando un sin número de sensaciones. Sin deseo, el acto de masturbarnos no tendría sentido, ya que el deseo nos permitirá disfrutar del otro, vivir cada momento, deleitándonos con el suspenso y la espera incesante de la llegada del clímax. Por ello, el deseo debe existir desde la preparación inicial hasta la culminación del acto.
La Lujuria
Ella nos incita a estimular los sentidos al máximo, por ello es importante oler (por esa
razón insisto en aromatizar los espacios, ducharnos antes de empezar, colocar cremas en
nuestro cuerpo que estimulen el olfato de la pareja y le invite a probar), tocar (vestir de
manera sensual hará que la otra persona quiera tocar y con ello sentir), escuchar (los latidos del corazón, sus gemidos, susurrar a su oído palabras sucias y excitantes), saborear (sus labios, pezones, pecho, todo su cuerpo) y ver (cómo se excita, sus movimientos, su cuerpo desnudo). Debemos tener presente, que la lujuria se refiere al deseo sexual incontrolable, por lo que si hay deseo, por alguna parte está la lujuria, por lo que te invito a sacarla de su escondite en la oscuridad de la habitación durante la masturbación en pareja.
Pasión
La pasión, un sentimiento común y muy aceptado por la sociedad por relacionarse con la
voluntad de lograr un objetivo determinado. Sin embargo, en el acto sexual, va más allá de
alcanzar una meta, por lo que la pasión dentro de la masturbación en pareja, tiene que ver
con dejar a un lado la razón, los pretextos, entregándose plenamente a lo carnal y al deseo
sexual. Dejar como única meta la obtención de placer.
Libre de Inhibiciones
Aquí no hay cabida para los prejuicios, la vergüenza, el arrepentimiento. Es dejar que la
otra persona explore nuestro cuerpo, ser capaz de indicarle lo que nos gusta y dejar que él
nos haga lo que le resulta excitante. Aquí lo inapropiado desaparece y da apertura a nuevas
sensaciones. Ella, al dejar que sus manos recorran su cuerpo, su lengua lamiendo sus
pezones, sus dedos estimulando el clítoris, su boca susurrando a su oído… Él, dejando que
ella bese su cuello, lama sus pezones, entrepiernas y estimule su pene… eso es estar libre
de Inhibiciones.
Placer
El cual llega con el acto de explorar las zonas erógenas del cuerpo de nuestra pareja, de
igual manera cuando estimulamos nuestros genitales, la lengua lamiendo su pene, el vaivén
de nuestra mano o nuestra boca en su miembro, su lengua jugando con nuestro clítoris o sus dedos introducidos en nuestra vagina, ello genera placer. Dar placer proporciona placer y una sensación de poder muy excitante, el tener la llave del placer del otro.
Morbo
La atracción por lo prohibido o lo moralmente no aceptado. Sin embargo, lo que es prohibido para algunos, es un banquete para las parejas que practican la masturbación, ya que, el observar al otro disfrutando del acto, gimiendo, excitado, temblando de placer y llegando al punto máximo, es una experiencia única que hay que disfrutar y saborear paso a paso.
Éxtasis
La pérdida de la conciencia en pocos segundos, máxima plenitud, sentimiento
indescriptible que se siente en cada centímetro de nuestro cuerpo, nos hace vibrar de pasión y nos deja con ganas de seguir experimentando más. Ingrediente que podéis conseguir con la masturbación en pareja.
Clímax
Considerado el punto máximo, el fin último, la satisfacción total que nos deja admirando
al otro y deseando un nuevo encuentro. Si no se logra llegar al clímax, la masturbación en
pareja no tiene sentido. El éxtasis y el clímax son como hermanos gemelos, ya que son tan
parecidos que a veces creemos llegar al clímax sin pasar el éxtasis, pero lo cierto es que
para llegar al clímax tuvimos que pasar por él.
En fin, os invito a experimentar y a dejaros llevar por los deseos de la carne, para que
os déis un banquete especial con una masturbación en pareja. Ya sabéis, preparad el ambiente, vestíos para la ocasión y permitiros experimentar cada uno de los sentimientos antes nombrados. No os dejéis llevar por las normas sociales, ya que vosotros ponéis las reglas y cerrad la puerta de la habitación para experimentar el mundo de lo sexual, divino y placentero junto a vuestra pareja.
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